Como una sábana que funde dos corazones en la ceguera del amor, apasionados por un sueño flotante. Perdidos por las llamas del atardecer y encontrándonos en las caricias más inimaginables de la luna. Sabanas que se sacuden como el sudor en cada esfuerzo y el aleteo de nuestras alas al volar hacia lo más profundo de nuestro ser, dejando fluir las olas en cada encuentro segundo por segundo, latido por latido… Lo más silencioso, escuchado por los seres humanos y lo más fuerte en el más allá del universo, donde la luna y el sol son nuestra única compañía de viaje, las estrellas, nuestro nuevo horizonte.
Solo deseo que mis pensamientos ayuden no solo abrir alas. Que sientan toda la fuerza, amor, paz y felicidad que merecemos para volar.