Los momentos malos son como las heridas causadas a lo largo de nuestra vida, unas más dolorosas que otras aunque solo al principio ya que durante un cierto tiempo tenemos que hacer de ellas una cicatriz bien sana para que quede un gran aprendizaje, en ésos momentos tan dolorosos se nos olvida una cosa. Lo fuerte que somos si mirásemos atrás por unos minutos nos daríamos cuenta que nos hemos curado tantas veces como herido y aquí seguimos luchando. Vamos a tener un poco de positividad, esperanza y piensa cada día lo fuerte, único y maravillosa persona que eres, que iluminas por todos los lugares dónde pasas a pesar de toda esa oscuridad.
Solo deseo que mis pensamientos ayuden no solo abrir alas. Que sientan toda la fuerza, amor, paz y felicidad que merecemos para volar.